El Romanticismo en Europa

Romanticismo Europeo
Fue un movimiento espiritual y artistico que prevaleció en la cultura entre fines del siglo XVIII y finales del XIX. Fue una reacción frente al racionalismo y al clasicismo, filosóficamente supone una nueva valoración de la conciencia, en la que el sentimiento tiene un lugar preponderante: éste inspira una visión trágica de una realidad inalcanzable, una aguda percepción individual de la naturaleza y sobre todo una fuerte pasión por la libertad. La conciencia individual se prolonga en la colectiva por medio del nacionalismo o populismo.
Muchos son los factores necesarios de investigar para configurar el verdadero origen del romanticismo en Europa: reacción europea contra la invasión napoleónica; conciencia patriótica ante la posibilidad de tal invasión: Italia contra Austria, etc. Más que tendencia literaria o artística, el Romanticismo es un concepto de vida distinto que se gestó en Europa dentro de los márgenes del siglo XVIII, más o menos en el año 1835, y que no tuvo más de veinte años de duración.

Inglaterra, Alemania y Francia
En Inglaterra y en Alemania se manifestó simultáneamente, contando la última con tres escuelas: la primera a fines del siglo XVIII es mejor representada por los hermanos Federico y Guillermo Schlegel. La segunda, Brentano y Jones, y la tercera, por Wilhelm, Lessing, Herder, Goethe y Schiller, entre otros. En Inglaterra no hubo escuelas, pero sí diferencias entre el grupo de Wordsworth, Claridge y Southey, y el de Walter Scott, Lord Byron y Shelley.
También en Francia se desarrolló en dos períodos: en 1827 representado por Chateaubriand, Lamartine, Vigny y M. Stael, y en 1830, representado por Víctor Hugo, Balzac, Baudelaire, Flaubert, Leconte de Lisle, Alejandro Dumas, etc.

Romanticismo Italiano
Literatura Italiana: Italia es donde sucedió la creación del Romanticismo. La sensibilidad romántica proporciona un proceso de unión nacional, llamado II Risorgimento, que se consolidó en 1870.
Los principales autores de las obras que influyeron en la literatura italiana son:
Ugo Foscolo, Alessandro Manzoni, Giacomo Leopardi.

Romanticismo Español
El término romántico proviene desde 1659 cuando lo empleó como adjetivo (romantik) el inglés Enrique More, para señalar libertad en algo. Años más tarde se empieza a aplicar en España, constituyéndose definitivamente entre 1814 a 1818.En España, el romanticismo alcanza su apogeo con el estreno de Don Álvaro (1835) del Duque de Rivas, fecha en la cual se señala su comienzo. España no opuso resistencia al movimiento romántico, aun cuando el neoclasicismo estaba muy arraigado. Pero las características libertarias, individualistas y de evasión de la relación hacia un mundo de sueños y esas cosas, tenían mucho que ver con la sicología del español, que incluso desde antes ya las venía aplicando: la polimetría dentro de una misma trama, la mezcla de lo cómico y lo trágico y el repudio al rigor clásico (las tres unidades del drama) era un episodio que los españoles ya habían superado.
Contribuyen enormemente a que se introduzca el romanticismo en la península, la famosa polémica de Böhl de Faber (que lo defiende) y la vuelta de los emigrados que habían escapado de Fernando VII y que cuando volvieron traían las nuevas ideas románticas de Londres y París, las que se encargaron de divulgar en su país.

Representantes Españoles
Los principales representantes del romanticismo en España son Ángel de Saavedra o Duque de Rivas (1791-1865), Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), José Zorrilla y Moral (1817-1893), José de Espronceda (1808-1842).

Biografias y obras de los representantes españoles
(tal vez los mas importantes del romanticismo europeo)

Duque de Rivas (1791-1865):
Poeta y dramaturgo español romántico, más conocido por el duque de Rivas. Pertenecía a una familia aristócrata cordobesa. Realizó sus estudios en el Seminario de Nobles de Madrid y después ingresó en el Ejército. A pesarfaro (liberalismo, romanticismo) que debe servir de guía y no perderse en el oscurantismo y métodos anticuados. El moro expósito (1834) sigue los caminos de Byron y su interés reside precisamente en haber sido introductor del estilo en España. Pero Ángel Saavedra es, ante todo, un dramaturgo; su drama Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) sigue siendo la obra romántica por excelencia del teatro español. Está escrita en prosa y verso y en ella se mezcla lo clásico y lo cómico al estilo del teatro de Lope de Vega, pero en ambientes exóticos y con un argumento exagerado de muertes, pasiones y tragedias muy del gusto de la época y que dado el éxito de la obra, tal vez, hizo que el autor siguiera escribiendo en la misma línea. En cualquier caso la obra tuvo repercusión internacional y años más tarde el compositor italiano Giuseppe Verdi la usó como argumento para la ópera La forza del destino. de su juventud se distinguió en la guerra de Independencia contra los franceses en 1808. Su amistad con Manuel José Quintana le orientó hacia las artes y la participación política liberal. Fue condenado a muerte por Fernando VII pero pudo huir. Marchó a Londres donde conoció la obra de Shakespeare, Walter Scott y lord Byron; después estuvo en Francia, Italia y Malta. En 1834 regresó a España, tras la muerte del rey y participó de lleno en la vida política; fue embajador en Francia, presidente del Consejo de Estado (1863) y director de la Real Academia Española, desde 1862 hasta su muerte. El duque de Rivas se inició en literatura con un libro de poemas, Poesías (1814), de corte neoclásico, tal vez por la influencia del poeta español Manuel José Quintana. Pero, desde su estancia en Inglaterra se volvió un romántico vigoroso, primero apasionado y original, y en sus últimos años más convencional en el uso de la aparatosa parafernalia romántica. En su larga oda Al faro de Malta (1828). Sus obras mas destacadas:

El faro de Malta:
(fragmento)

Envuelve al mundo extenso triste noche;
ronco huracán y borrascosas nubes
confunden, y tinieblas impalpables,
el cielo, el mar, la tierra:

y tú invisible, te alzas, en tu frente
ostentando de fuego una corona,
cual rey del caos, que refleja y arde
con luz de paz y vida.

En vano, ronco, el mar alza sus montes
y revienta a tus pies, do, rebramante,
creciendo en blanca espuma, esconde y borra
el abrigo del puerto:

tú, con lengua de fuego, «Aquí está.., dices,
sin voz hablando al tímido piloto,
que como a numen bienhechor te adora
y en ti los ojos clava.

Con once heridas mortales:
(fragmento)

Con once heridas mortales,
hecha pedazos la espada,
el caballero sin aliento
y perdida la batalla,
manchado de sangre y polvo,
en noche oscura y nublada,
en Ontígola vencido
y deshecha mi esperanza,
casi en brazos de la muerte
el laso potro aguijaba
sobre cadáveres yertos
y armaduras destrozadas.

Y por una oculta senda
que el Cielo me depara,
entre sustos y congojas
llegar logré a Villacañas.

La hermosísima Filena,
de mi desastre apiadada,
me ofreció su hogar, su lecho
y consuelo a mis desgracias.

Manuel Breton de los Herreros (1796-1873):
(Quel, 1796-Madrid, 1873) Dramaturgo y poeta español. Fue director de la Biblioteca Nacional (1836). Se distingue en su obra una primera época de influencia moratiniana, que abarca de A la vejez viruelas (1824) a Marcela o ¿cuál de los tres? (1831). Muérete y verás (1837) marca su transición entre el romanticismo y el neoclasicismo costumbrista. Con Elena (1835) y con Don Fernando el Emplazado (1837) firmó sus dramas románticos. Escribió además numerosos poemas de circunstancias y letrillas populares, ejerció la crítica literaria y el periodismo y participó en la redacción de la novena edición del Diccionario de la Real Academia Española. Sus obras mas destacadas: 

A la pereza:
¡Qué dulce es una cama regalada!
¡Qué necio el que madruga con la aurora
aunque las musas digan que enamora
oír cantar a un ave en la alborada!

¡Oh, qué lindo en poltrona dilatada
reposar una hora y otra hora!
Comer, holgar..., ¡qué vida encantadora,
sin ser de nadie y sin pensar en nada!

¡Salve, oh, Pereza! En tu macizo templo
ya, tendido a la larga, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo

arrastro bostezando: y en tal modo
tu apacible modorra a entrar me empieza
que no acabo el soneto... de per... (eza)

A varios amigos:
Esta turba famélica y bellaca
nunca se cansa de fumar de gorra;
como al hebreo en tiempo de Gomorra
yo os maldigo, y mi furia no se aplaca.

¿A qué tanto pedirme la petaca?
¿Cómo quieres, hambrón, que te socorra?
¿Soy acaso asqueroso hijo de zorra?
¿Recibo yo bajeles de Guaxaca?

¿Cómplice acaso soy del vicio ajeno?
Yo gano mi fumar con mi trabajo,
y en la aduana lo compro, malo o bueno.

Tú, que eres un pobre calandrajo,
estate sin fumar... o chupa heno...
o chúpate la punta del carajo.

Jose Zorrilla (1817-1893):
Poeta y dramaturgo español. Sus poesias le dieron fama. Cultivo un romanticismo, en el que sus versos rescatan a la España medieval, y de los siglos de oro, con un sentimiento nacionalista y cristiano: Recuerdos y fantasias y La leyenda del Cid. Su produccion poetica es rica en elementos goticos y fantasticos (las penumbras, los castillos). Es universalmente famoso por su version del mito de don Juan en su drama Don Juan Tenorio. Otros escritos: Vigilias de estio (leyenda) y  El Zapatero y el rey, El traidor, inconfeso y martir (teatro). Sus obras mas destacadas:

Traidor, inconfeso y martir:
Escrito expresamente para beneficio de doña Matilde Díez", se basa en el enigma acerca de la personalidad de Gabriel Espinosa, que dice ser pastelero en Madrigal, y del cual se sospecha pueda ser el rey Sebastián de Portugal, o bien un impostor, por lo cual es perseguido por la justicia. Gabriel se hospeda en la posada del hostelero Burgoa y Nao d'Andrade, acompañado de Aurora, su hija.
César, capitán del Tercio de Flandes declara a Aurora su casto amor, que ella rechaza ofreciéndole su amistad. César, muy celoso de Gabriel, a quien no cree padre de Aurora, habla con él descubriéndole que ha estado siguiéndoles desde Madrigal, por orden de Felipe II. Gabriel reacciona fríamente, confundiendo al capitán acerca de su personalidad y posibles actividades políticas.
Interrumpe la conversación el alcalde Rodrigo de Santillana, padre del capitán. Entonces Gabriel entrega su espada a César, dándose por detenido y justificando la presencia de éste en la habitación.
Al final de este primer acto, reconoce el autor la preciosa colaboración de su amigo José Díaz en la resolución de algunas escenas.
Al ser interrogado por el alcalde, Gabriel revela que no es el padre de Aurora. Cuenta que durante una época rescató a su supuesta hija, la cual está bajo la protección del senado de la República de Venecia. Asimismo, explica cómo más tarde, arrepentido de sus pecados, pidió la absolución al Papa, y éste le impuso en penitencia la renuncia absoluta de su personalidad. César, encargado por su padre de escoltar a los presos hasta Medina del Campo, decide dejarles escapar, aunque pierda por ello la vida. Pero Gabriel no consiente, salvando así nuevamente el honor del enamorado capitán.
En Medina, Rodrigo, en funciones de juez, condena a Gabriel y a Aurora a la última pena. Felipe II firma la sentencia de aquél, pero absuelve a la joven, y ordena que sea conducida a Venecia por César.
Antes de morir, Gabriel cuenta al juez, en presencia del capitán y de Aurora, la historia de un hombre que en Portugal fue obligado a casrse con la mujer que había violado. Rodrigo se reconoce en dicho hombre; Gabriel es el enmascarado, que le obligó a casarse; y la mujer violada es la madre de Aurora.
Gabriel es llevado a la horca tras rechazar al confesor, y en el momento de morir se descubre que es el rey don Sebastián.
La obra termina abandonando Aurora a su recobrado padre, que cae abatido por el dolor.

La leyenda del Cid:
(fragmento)

La vida de Rodrigo es la de todo hijo de noble, entre la educación en la corte, las aventuras que comparte con su mejor amigo el príncipe Sancho y las furtivas visitas a su amada Jimena, la hija del conde de Orgaz. Sin embargo, Rodrigo Díaz de Vivar se ve envuelto en una serie de conspiraciones palaciegas. El conde de Orgaz, no está de acuerdo con la relación de Rodrigo y Jimena e insiste en que esta se case con el conde Ordóñez, aunque sabe que esta le detesta. Un día, Rodrigo le pide al conde de Orgaz la mano de su hija en matrimonio, este se niega y le reta a un duelo de espadas, si le vence, podrá casarse con Jimena. Rodrigo se niega a luchar con el pero el conde le ataca, cuando Rodrigo esquiva una de las acometidas del conde, este cae desde la torre. Con su último suspiro le pide a Jimena que se case con Ordóñez, Jimena entonces abandona a Rodrigo pensando que este ha matado a su padre. En ese mismo momento, Urraca, la hermana del príncipe Sancho le pide a su sirviente y amante que asesine a Sancho, este lo hace y el infante Alfonso es proclamado rey. Durante la ceremonia de coronación, Rodrigo obliga a Alfonso a jurar que el no asesinó a Sancho, Alfonso jura con la mano sobre la Biblia que el no lo hizo. Furioso, Alfonso destierra a Rodrigo de Castilla perdiendo todos sus títulos y posesiones. Rodrigo huye hacia Zaragoza donde sus amigos le siguen. En Zaragoza, Rodrigo y sus amigos rescatan al rey taifa de Zaragoza de su castillo que ha sido atacado por las fuerzas de Ben Yusuf, un tirano árabe que desea conquistar los reinos castellanos. Rodrigo es nombrado comandante en jefe de las fuerzas del rey taifa zaragozano y junto a sus tropas conquista muchos castillos que pertenecen a Ben Yusuf.
Un día, Rodrigo recibe una carta del rey Alfonso de Castilla. Aunque sus amigos insisten en que es una trampa, Rodrigo acepta encontrarse con él. Ya en el castillo de Alfonso, este le pide que una sus ejércitos a los suyos, a cambio finalizará su destierro y propone ir a las fronteras, pero Rodrigo insiste en ir a Valencia pues es allí hacia donde Yusuf planea atacar. Alfonso furioso por la negativa de Rodrigo ordena encarcelarle. En la cárcel, Urraca que está enamorado de él le visita y le da una daga para que asesine a Alfonso. Rodrigo escapa de la cárcel y llega a los aposentos de Alfonso pero no le asesina y escapa del castillo, antes fue a ver a Jimena aunque comprueba que esta aún le sigue guardando rencor.